El monotributo es un tributo opcional de determinación integral, de causación anual, que sustituye el impuesto sobre la renta y complementarios, a cargo de los contribuyentes que opten voluntariamente por acogerse al mismo. Su base gravable está integrada por la totalidad de los ingresos brutos, ordinarios y extraordinarios, percibidos en el respectivo periodo gravable.
En este sentido, vemos que Colombia mantiene niveles altos de informalidad, hoy en día solo 36 trabajadores de cada 100, son formales, y en el caso de los pequeños establecimientos la informalidad es de alrededor el 70%. Esta situación afecta la generación de empleo, restringe la provisión de bienes públicos, limita el crecimiento y desarrollo económico y la competitividad en general.
Igualmente, la informalidad obstaculiza y encarece el acceso y uso de servicios financieros por parte de la población, limitando las fuentes de financiación y el capital de trabajo del sector productivo. Los estudios sobre el tema concluyen que la informalidad se explica porque la decisión de formalizarse depende de un análisis de la carga salarial, las tasas impositivas, los costos operativos y legales de crear y liquidar empresa.
Existen sectores económicos más propensos a la informalidad, como el caso de los pequeños comerciantes. Estudios demuestran que el 60% de los tenderos no pertenecen al régimen contributivo de salud y más del 80% no está afiliado a un esquema de pensión, tampoco está afiliado a un esquema de riesgos laborales ni a una caja de compensación.
En últimas, en el análisis del empresario los costos en términos de tiempo, esfuerzo y dinero de formalizarse terminan superando los beneficios de la formalización. Es por ello, que en la última reforma tributaria de 2016 el Ministerio de Hacienda desarrollo un instrumento llamado Monotributo, que en última busca aumentar la base de contribuyentes y los niveles de formalidad.
Desde ACOPI, consideramos que el Monotributo debe repensarse como un sistema tributario integrado administrado desde la DIAN, que permita a las empresas pagar sus obligaciones tributarias, así como sus contribuciones sociales y laborales de una manera más ágil y simplificada, tal cual sucede en Brasil, donde el Simples permite pagar los 8 tributos federales más importantes, y hasta 5 contribuciones a la seguridad social del empresario y de sus trabajadores.
Al sistema lo llamaremos RÉGIMEN TRIBUTARIO ESPECIAL PARA MIPES – MONOTRIBUTO MIPES, y enunciaremos esos aspectos donde como gremio consideramos que debe mejorar para que su ejecución sea más efectiva:
1. Reducir barreras de ingreso a la formalidad: Según las estimaciones de Doing Bussines, en Colombia se necesitan 11 días y 8 procedimientos para poder abrir un negocio, esta situación puede empeorar, ya que ciertas ciudades el tiempo puede extenderse hasta unos 20 días. A lo anterior, se debe agregar que la tarifa del registro mercantil es especialmente onerosa al compararla como otros países de la región, donde o no se cobra nada (Chile), o se tiene una tarifa fija (Argentina, Brasil, México), o tiene un monto mixto progresivo (Perú).
Teniendo en mente esta problemática, MONOTRIBUTO MIPES debe ser un sistema que integre en un solo formulario la información para el Registro Mercantil, del Registro Único Tributario (RUT), y obviamente la información para acceder a este beneficio. De tal manera que el empresario solo deba llenar un solo formulario, dado que la información solicitada en los tres casos es la misma. Yendo un poco más lejos, en países como Brasil y Uruguay, es posible realizar el registro al Monotributo a través de internet y solo tienen una duración de 45 minutos.
Es claro que esta propuesta implica un trabajo coordinado entre el Ministerio de Hacienda, la DIAN y CONFECAMARAS, con el objetivo de que la información circule entre las tres agencias. Por tanto, es necesario que se incluya en el presupuesto anual de cada entidad, un monto especifico con destinación exclusiva al funcionamiento y sostenimiento del sistema propuesto.
2. Ampliación de la base de contribuyentes incluidos en el sistema: Uno de los requisitos que existen para poder acceder al Monotributo actual es el estar registrado como Persona Natural y desarrollar actividades de comercio al por menor, peluquerías y tratamientos de belleza, las empresas con estas características son solo unas 60 mil según RUES. En ACOPI consideramos que este aspecto es el que más restringe el posible alcance que podría llegar a tener esta iniciativa.
3. Simplificación de trámites, contribuciones y pagos: Aunque el argumento para la creación de Monotributo fue ayudar a aumentar los niveles de formalidad de la económica colombiana, lo cierto es que su real intensión es balancear de mejor manera la recaudación tributaria por parte de los tipos de Personas que integran el sistema.
Según información de DNP y del Consejo Privado de Competitividad (CPC), en Colombia Sólo el 19 % del recaudo de impuestos directos viene del impuesto de renta a personas naturales, comparado con el 57 % en países de la OCDE. Así, el recaudo del impuesto de renta a personas naturales equivale a menos de 1 % del PIB. A lo anterior debemos añadir que la tasa de renta a las sociedades (40%) es más alta que la tasa promedio de América Latina (27,9%) y está once puntos porcentuales por encima del promedio de países de la OCDE (22,8 %).
Como gremio, consideramos que el impuesto que más podría aportar al factor de simplificación normativa de este nuevo régimen es el IVA, dado que es el impuesto que más aporta al recaudo nacional. Teniendo en cuenta lo anterior, nuestra propuesta consiste en que MONOTRIBUTO MIPES, contemple que la declaración de este tributo se haga semestralmente, y que el valor a pagar sea diferido e incluido en la alícuota de los 6 meses posteriores a la misma, con el objetivo de evitar las sanciones por cuenta de los posibles retrasos.
4. Programa de formación empresarial básico: Revisando los datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del DANE, en su módulo de Micro establecimientos encontramos que el 51% de los encuestados lleva contabilidad informal, el 22% usa libro diario de operaciones y solo el 19% afirma usar herramientas contables como el P y G o el Balance General.
Es importante que ese programa no sea implementado por las Cámaras de Comercio, como en la actualidad de una u otra forma viene sucediendo, dado que los Gremios son los mejores capacitados para entender que necesidades tienen sus afiliados y por ende tienen claridad de qué forma se deben canalizar los recursos y transferir los conocimientos.
Al final, el programa aquí propuesto no puede limitarse a un simple proceso contable y financiero, debe plantearse como un acompañamiento integral en el área comercial, de recursos humanos, legal, de calidad y tributaria; con el objetivo de que estas empresas puedan ingresar a los mercados nacionales e internacionales, garantizando así su sostenibilidad.
ROSMERY QUINTERO CASTRO
Presidente Nacional